
La Cooperadora de la escuela Nº 6019 Convento San Carlos, de Aldao, inició en 2024 la tramitación, ante el Ministerio de Educación de esta provincia, para que esa localidad de 730 habitantes cuente al fin con una institución secundaria, en busca de favorecer a las y los estudiantes locales – y por consiguiente, a sus familias – para que no se vean obligados, como hasta ahora e históricamente sucede, a desplazarse a otras localidades para acceder al secundario.
El inicio de esta brega tuvo lugar en 2023 y ya el 12 de diciembre de 2024, el proyecto tuvo adjudicado un número de expediente. Sin embargo, en Aldao no se supo más. «En abril de 2024 se le dio una carta en mano a (el gobernador, Maximiliano) Pullaro, donde se describía el proyecto y se solicitaba que le mismo tomara curso», cuenta María de los Ángeles Vergara, integrante de la cooperadora. «No obtuvimos respuesta, y tampoco, la diputada provincial Claudia Balagué, quien el pasado 13 de mayo presentó ante la Cámara de Diputados un proyecto de comunicación donde solicitó al Poder Ejecutivo que informe en qué estado está el tratamiento de ese pedido», reclama.
La importancia de estudiar en «casa»
En 7° grado de la escuela 6019 hay 20 alumnos/as; esto es, 20 jóvenes que estarán en condiciones de empezar la secundaria en 2026. Con las cosas como hasta ahora, repetirán la historia de tantos años: «Los chicos se van a otras localidades, lo cual genera gasto. El pueblo se acostumbró porque no queda otra. Pero sumado al gasto, casi no hay transporte: sólo pasa el Tata Rápido y con una frecuencia muy reducida. Durante años tuvimos el problema de que el colectivo no pasaba o se rompía», describe Ángeles.
La migración de chicos y chicas, una vez terminada su educación primaria, es constante: «Muchos se van a San Lorenzo; otros, a Totoras». La escuela Convento San Carlos ofrece acceso a niveles inicial y primario y cuenta con todas las posibilidades edilicias para sumar el nivel secundario: «Funciona hasta las 13 y luego, que da cerrada. En el turno tarde podría funcionar, tranquilamente, la secundaria», expone la integrante de la cooperadora.
La comunidad educativa de Aldao sabe que su pueblo es el único del Cordón Industrial que no tiene una escuela secundaria. Y sabe, también, que contar con ella no sólo estaría resolviendo el problema de la localidad sino que, además, estaría aportando a la solución de la falta de vacantes en la región.
«Venimos cumpliendo todos los pasos necesarios», repite Ángeles, «Por eso, necesitamos visibilizar la situación para que esta causa llegue más lejos y a más personas. Es por el derecho a estudiar en el propio pueblo, sin traslados ni desigualdades».