
El mecanismo que permitió, durante años, que miles de argentinos y argentinas accedieran a una jubilación aún cuando no contaban con los 30 años de aportes requeridos por el sistema previsional, concluyó el 23 de marzo pasado. Nación anunció que no habrá prórroga para el mismo. Entonces, ¿es el fin o hay chances, todavía?
Quien echa luz sobre el tema es la abogada Luisina Flores Piazza, quien propone dos preguntas base para comprender el significado de la llegada a término de la moratoria.
¿Qué era la moratoria previsional y por qué era tan importante?
Para acceder a una jubilación en Argentina se requieren dos condiciones básicas: cumplir la edad jubilatoria (60 años para mujeres y 65 años para hombres) y contar con 30 años de aportes. Sin embargo, muchas personas no logran alcanzar ese tiempo de aportes debido a diversas razones, como la informalidad laboral y la falta de reconocimiento de tareas de cuidado. La moratoria permitía regularizar los años de aportes faltantes mediante un plan de pagos. Por lo que es absolutamente falso que gracias a la moratoria se hayan jubilado personas que nunca aportaron.
¿Qué alternativas quedan?
Aún hay moratorias vigentes, dependiendo de la edad y de qué períodos de aportes se adeuden Pero como no se sabe cuánto tiempo más estarán en pie, urge consultar a un especialista y poner los aportes al día cuanto antes, porque con una estrategia adecuada, muchas personas aún pueden jubilarse.
Quienes no puedan regularizar sus aportes ni alcancen los 30 años de aportes podrán gestionar la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), cuyo monto equivale al 80% de la jubilación mínima. Es una prestación asistencial no contributiva y algunos de los requisitos para acceder a ella son tener 65 años o más, no cobrar ni tener derecho a jubilación o pensión y superar una evaluación socioeconómica que realizará ANSES en cada caso.
El problema central de la PUAM es que, además de que su monto es menor que el de la jubilación mínima, no permite que los familiares del titular cobren una pensión en caso de fallecimiento. Además, genera una gran injusticia, porque los aportes efectivamente realizados no son tenidos en cuenta para mejorar el ingreso previsional.
Según estadísticas de ANSES, sólo 1 de cada 10 mujeres y 3 de cada 10 hombres podrán jubilarse sin moratoria. En otras palabras, desde abril, el 90% de las mujeres quedará sin posibilidad de jubilarse. La mayoría de estas personas deberá intentar acceder a una PUAM, lo que implica un aumento encubierto de la edad jubilatoria para las mujeres.
El futuro del sistema previsional
Durante el 2024, tres de cada cuatro nuevas jubilaciones otorgadas por ANSES fueron a través de la moratoria. Esto obliga a repensar urgentemente el sistema, que fue diseñado cuando las formas de trabajo no eran como las actuales. Consecuencia de ello es que los presupuestos que se exigen en la ley no se verifican en la realidad y así, miles de personas queden en posiciones de extrema vulnerabilidad.
Pero hay algo más: repensar nuestro sistema previsional jamás puede significar instaurar un sistema de crueldad, desprecio e incertidumbre para los adultos mayores.
- Doctora Luisina Flores Piazza, abogada (matrícula LVI119)
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