Ocurrió ayer, martes, a partir de la hora 10. En ese momento, la propietaria del negocio -situado en Los Inmigrantes 68, Capitán Bermúdez – y de la casa lindera acababa de abrir y se encontraba sólo con una clienta cuando ingresó un hombre y se desencadenó el pésimo momento que las víctimas tuvieron que atravesar.
«Es un hombre mayor que pidió un turno para su nieta. Le abrí la puerta y fui hasta la computadora para ofrecerle los turnos disponibles; entonces, nos apuntó con una pistola y nos hizo arrodillar, al tiempo que entraban otros tres hombres, encapuchados. Nos llevaron hasta el fondo del salón, nos ataron y mientras uno de ellos se quedó con nosotros, el resto entró a mi casa, a robar», relató la muer.
«10 minutos después llegó una empleada y quien le abrió fue el ladrón que estaba con nosotros; él la trajo hasta donde estábamos y la ató también», continuó la dueña del local. «Apenas se fueron, una clienta tocó timbre. Como pudimos, arrastrándonos, llegamos hasta la puerta. Ella había visto a los hombres salir y subirse al auto, lo cual le llamó la atención. Su esposo llamó al 911 y dio la descripción del auto y el detalle de su chapa patente«.
De acuerdo al parte emitido por la Unidad Regional XVII de Policía, el vehículo es un Chevrolet gris, que se dirigió por Los Inmigrantes hacia la derecha y luego, hacia el sur.
La propietaria contó que los delincuentes no emplearon violencia física ni verbal y que el despojo mayor fue en su casa. «Se llevaron muchísimas cosas», aseveró. «Uno trabaja muy duro para poder progresar y que pase esto genera una angustia y una impotencia muy grandes», expresó, con natural aflicción. Y concluyó: «Hay que tener cuidado y prestar mucha atención».
