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Investigan si hubo una «pata local» que cargó la droga en el puerto de Vicentin

La investigación sobre los 469 kg de cocaína que se hallaron el miércoles en el buque «MV Ceci» de bandera de las Islas Marshall, que se encontraba cargando girasol en el Puerto de Vicentin, tiene varias hipótesis y una de ellas es que la droga podría haber sido subida por el proveedor de comida a los tripulantes filipinos que se encuentran detenidos.

“El buque había sido inspeccionado esa misma mañana y luego de esa inspección subió el proveedor de comida al lugar donde se termina encontrando la droga. Nuestra hipótesis es que ese barco que lleva la comida de la tripulación es el que contamina”, reveló la ministra de Seguridad Patricia Bullrich a Radio 2. En ese sentido, este portal, tuvo información sobre allanamientos a la empresa de servicios que operó con el buque, como también a otra firma, ambas de la región, que trabajaron en la logística y amarre.

En el día de ayer, la ministra de Seguridad arribó a la Prefectura junto a Paul Starc, presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), Paul Starc; el fiscal federal de San Lorenzo, Dr. Claudio Kishimoto; el secretario de Lucha contra el Narcotráfico del Ministerio de Seguridad de la Nación, Martín Verrier entre otros funcionarios, quienes brindaron una conferencia de prensa, con datos sobre la droga incautada.

“Este es un barco que venía de Emiratos Árabes Unidos, que se iba hacia Ámsterdam, pasando por el puerto de Montevideo”, comenzó ezplicando la ministra, quien agregó: «Acá hay mucha plata, tenemos 6 millones de dólares de droga. Estos ladrillos, cuando lleguen a Europa, aumentan automáticamente a 20 millones de dólares«.

Bullrich hizo énfasis en la investigación que llevan adelante en colaboración con instituciones europeas para determinar, de dónde salió la droga, quién la compró, cuál fue el rol de los 20 filipinos detenidos en el buque, a excepción del capitán que fue quién halló la carga en unas heladeras donde estaba la comida de la tripulación y qué organización está detrás de esta comercialización.

Para ello se analizan tres días de filmaciones de cámaras de seguridad en el puerto de San Lorenzo, así como la presencia de una lancha que aprovisionó al buque en el lugar, que pertenecen a una empresa de la región.

El fiscal Claudio Kishimoto, agregó que: «Se está trabajando sobre alguna hipótesis concreta, tenemos que evaluar a dónde iba dirigida esta droga, si bien el destino final del buque era Amsterdam, tenía que cargarla en dos lugares más, uno fuera del país, y en la actualidad estamos trabajando sobre las concretas imputaciones que vamos a realizar y sobre las responsabilidades eventualmente de la carga, de dónde provino la carga”.

Lo que se sabe hasta ahora es que la denuncia fue presentada el miércoles por la Agencia Regional Central de la UIF, con sede en Rosario, a cargo del Dr. Juan Francisco Lafontana, radicada ante la Fiscalía Federal de San Lorenzo, encabezada por el Dr. Claudio Kishimoto quien señaló que en el operativo del cual participaron Prefectura Naval y la Aduana, se determinaron primero los pesos de los bultos, y luego de forma individual. Cada uno de los 16 bultos contenía aproximadamente 26 paquetes, cuidadosamente embalados en compartimentos estancos que impedían la entrada de agua en ningún caso. Los ladrillos tenían en relieve el signo de una corona y estaban envueltos en paquetes con la leyenda «your name».

Uno de estos paquetes, en particular, contenía GPS, redes y otros elementos utilizados para facilitar la descarga de drogas en el mar o en ríos. Debido a esto, se tomaron medidas preventivas, entre ellas, solicitar la declaración del capitán del buque, quien fue la fuente de la información, para obtener su testimonio y avanzar en la investigación.

«Este es un barco que no está dentro de las grandes compañías que tienen sistemas de autoprotección, de seguridad, protocolos aceptados, y esta es la presunción y además hemos tenido procedimientos, donde hay carga externa al barco, donde se acercan botes pequeños con la carga y están estos elementos para tirar la carga ( un procedimiento que es conocido como drop on- drop off), de una carga que está a la vista en heladeras, y es muy probable que en el puerto de Amsterdam no llegue, sino que sea bajado en un lugar antes y luego transportados por buques menores”, analizó Bullrich donde se sospecha que el buque fue elegido justamente por carecer de sistemas de protección de seguridad.

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