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Un grande de la ciudad celebra: cumple 78 años Colón de San Lorenzo

Sábado y domingos por medio, desde varias cuadras a la redonda se escucha el barullo que el fútbol de inferiores o de Primera desata en la cancha ubicada en el predio del ACA, sobre la San Martín. «Ruido de fútbol», ni más ni menos. La institución que tiene allí sus instalaciones hoy tiene bien ganado hacer ruido, porque cumple 78 años. El Club Atlético Colón de San Lorenzo está de fiesta.

Si uno de los cinco muchachos reunidos en lo del escritor Justo Porteiro no hubiera tenido ascendiente sobre los demás y no hubiera sido hincha de Colón de Santa Fe, ¿cómo se habría llamado este club? Pregunta al cuete, claro. Como en todo orden de la vida, en un grupo siempre hay un/a integrante que hace pesar más sus opiniones. Y en este caso, el 9 de junio de 1947 – menos de tres años después de que San Lorenzo fuera declarada ciudad y casi cinco años antes de que se formara la actual Liga Regional Sanlorencina – fue Víctor Badía, sabalero de ley, quien puso el nombre y se hizo cargo de la primera presidencia. Es probable que de haber podido, don Badía quizás habría pretendido que el club naciente llevara la camiseta roja y negra del Colón santafesino, pero la historia fue bien distinta: gestionaron una donación de camisetas y la Fundación Eva Perón mandó unas de Chacarita Juniors, de modo que el Colón recién parido llevó para siempre la misma que el Funebrero.

Una historia grande junto a la vieja ENET

Los terrenos donde está el estadio actual y donde se practica hockey guarecen los sueños colonenses desde 2011, cuatro años después de la re-fundación del club. ¿Refundación! ¡Claro! Si la institución había desaparecido en 1985, no mucho después de que perdiera su legendaria cancha, la de la manzana comprendida entre San Martín, Ledesma, General López y Bv. Eva Perón (que hasta 1984 se llamó América). Justamente América separaba esa cancha de la ENET N° 1; hoy, Escuela Técnica 477.

Colón nunca tuvo una sede hecha y derecha. A cambio de eso, tuvo una cancha conocida por todos, a la que era muy fácil llegar y con dos pórticos de entrada (esquinas de San Martín y Ledesma y San Martín y América) muy pintorescos, con el escudo del club tallado en la parte más alta. En ese piso desparejo, mitad tierra mitad pasto rústico, Colón hilvanó su historia grande y tocó la cumbre deportiva cuando ganó entre 1962 y 1967, cinco torneos locales y uno, de la Liga Totorense. En idioma futbolero: la rompió y les pasó el trapo a todos.

Pero ese lugar no sólo era usado por Colón: los alumnos de la ENET tenían muchas de sus clases de educación física allí y hasta los torneos internos de fútbol de la escuela se disputaban en ese sitio (quien esto escribe recuerda calurosamente haber sido campeón del Día de la Educación Física de 1981). Hasta torneos intercolegiales se celebraron en esa cancha, que estaba orientada de norte a sur.

Un hecho extraordinario: la transferencia a Europa de Néstor Combin

Néstor Combin jugaba de delantero. Nació en Las Rosas y jugó en Colón hasta 1959, cuando fue vendido directamente desde el club sanlorencino al Olympique de Lyon, Francia. Hubo factores coadyuvantes: la abuela materna de Combin era francesa. Pero la transacción fue un suceso, naturalmente. Para mayor impacto histórico, Combin construyó una carrera de 14 años en Europa y llegó a jugar un Mundial: el de 1966, en Inglaterra, con la Selección de Francia. Pasó por Juventus, Milan, Torino, Varese, Metz y Red Star de París.

Del azul del cielo al negro de la nada

Todo se fue a pique en 1985. Ahondar y abundar en las causas quedarán para otro momento. Suficiente será decir que ese año, Colón perdió primero, su cancha, aquella erigida en la manzana que el intendente sanlorencino Santos Palacios logró que le adjudicaran al club y en donde hoy están el edificio de la escuela 438 y el playón de básquet (Plaza de las Américas). Los últimos partidos como local se jugaron en otra cancha extinta: la de Red Star, ubicada en donde hoy está la plaza Estanislao López. Y finalmente, Colón bajó la persiana.

Aquí estoy, de vuelta: no existe el olvido

¿Podría discutirse hoy lo grande que es el sentimiento que generó Colón? Un club de fútbol, afincado en la zona norte de la ciudad, que con muchos jugadores del propio barrio ganó todo en los ’60, dejó huella indeleble. Mejor aún, dejó un rescoldo que no se apagó. Y esas cenizas calientes se reavivaron cuando en 2007 se concretó su refundación. 22 años después, Colón estuvo de regreso, justo cuando también volvía a jugarse la Sanlorencina, cuyo campeonato de 2006 se había suspendido. Sin cancha propia aún, Colón retornó con gloria: se consagró campeón de Primera División ese mismo año. Como cantan Los Tipitos: «Aquí estoy, mi amor, de vuelta. He vencido».

Nunca diré que todo tiempo, por pasado, fue mejor. ¡Mañana es mejor!

Cuando Colón nació, no cruzaba por la cabeza de nadie que las mujeres jugaran al fútbol. Tampoco, que alguna vez habría un seleccionado nacional conocido como Las Leonas que desparramaría el hockey por todo el país. Hoy, que los tiempos son otros, en Colón hay fútbol organizado en ambas ramas y el hockey aglutina jugadoras y público. Pero el fútbol es el fútbol en esta historia: «Colón es la institución más grande de la Liga Sanlorencina», dice Victorio Lanati, exjugador de Colón desde 2011 hasta 2024. «Cuando fui a Colón, lo hice porque creí que era el mejor club. Tenía simpatía, por historia familiar, pero le tomé mucho más afecto estando dentro hasta terminar jugando por un enorme cariño, más que por cualquier otra cosa».

«Vito» es tercera generación de colonenses. Su abuelo Enzo Lanati jugó en el multicampeón de los ’60 y su papá, Ariel, lo hizo en los tempranos ’80. «Recuerdo de mi abuelo sus historias sobre Colón, que me encantaban. Luego, verlo en una de las fotos que están dentro del club fue hermoso», concluye, feliz.

Colón de San Lorenzo cumple 78 años. El deporte, por enésima vez, celebra y hace celebrar. Hoy, que los tiempos propician cada vez menos alegría, vale muchísimo la pena saludar y dar gracias porque la celebración exista. Colón está vivo. Que viva Colón.

Gabriel Núñez, presidente de la Liga Sanlorencina y expresidente de Colón

«La significación que Colón tiene para la Liga es que es una de las pocas instituciones fundadoras que aún está en actividad. Y la importancia para la ciudad está dada por dos hechos: es el club de San Lorenzo que más títulos (7) tiene en la Liga (7) y es el único que representó a la ciudad en un torneo organizado por AFA (a través del Consejo Federal) como es el Regional Amateur».

«Como presidente de la liga, todos los clubes son iguales y trabajo para todos por igual. Pero sí, Colón me sirvió formarme como dirigentey eso es algo que le agradezco al club».

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