
En 1997, Riff – con Pappo a la cabeza – publicó su último trabajo grabado en estudios. Se llama «Que sea rock», al igual que la canción que abre esa obra. Desde entonces, ese nombre fue adoptado para emprendimientos de toda naturaleza: un bar, una rockería, indumentaria de estilo. Ahora, «Que sea rock» será también un encuentro del género en San Lorenzo: el sábado 4 de octubre, en la Sala Bernardo Perrone (San Carlos 1950), y con la presencia de dos bandas de la Histórica: Vintage y Zonorebel.
El organizador de la velada, que comenzará puntual a las 20:30, es el incansable Juan «El Oso» Carranza, prolífico gestor de jornadas como ésta y que, casi siempre, tienen al rock como protagonista. «‘Que sea rock’ nace como un ciclo de recitales de rock», corrobora Juan. «La idea es tener un lugar donde los músicos de la región puedan expresarse. Y en la primera cita tendremos a una banda conocida, de larga trayectoria, y a otra que constituye parte de la sangre nueva», define.
El proyecto apunta a que la del sábado sea la primera de muchas jornadas cristalizadas bajo el mismo nombre. «Se buscará hacer una edición por mes de ‘Que Sea Rock’. Esperemos tener continuidad», deseó El Oso, a quien el camino de la vida llevó a ser amigo de Boff Serafíne, exRiff y uno de los cuatro autores de la canción que desde el 4 de octubre cobijará, bajo su nombre, a este nuevo espacio para el muy buen rock de por acá.
La entrada será un alimento no perecedero «para los chicos del Tren de la Esperanza».

(Diseño: el gran Sopa Fiorucci)
Con ustedes, los intérpretes
Vintage: «Estamos bien, siempre volviendo», y vamos a seguir»
Formado hace 18 años por Javier Sernoqui (voz y guitarra), Flavio Buttice (guitarra y coros), Armando «Negro» Heredia (bajo y coros) y Marcelo Guerra (batería), Vintage propone rock con abundancia de canciones propias y a la amistad como factor de unión, de motor para la creación y de impulso para – como dice la canción de Vox Dei – «seguir siempre adelante».
Entre 2015 y 2016, Vintage grabó «Sombra de ciudad», que vio la luz en 2017. Son 13 canciones de autoría y composición propias que se pueden escuchar, si no se cuenta con el CD, en YouTube.
«Esta presentación será la cuarta que haremos en este año. Cada uno de los cuatro tuvimos que sortear problemas de salud; es que estamos viejos», ríe Cartucho Sernoqui. «Somos cuatro vintage. Pero estamos bien, siempre volviendo, y vamos a seguir dándole». Que así sea.

Zonorobel: «Mucha energía, muchas risas, mucho rock»
Así describe Nazareno Palacios, cantante y segunda viola de Zonorebel, los shows (8 durante 2025) de esta banda bautizada el 28 de junio de este año y cuya alineación se completa con la guitarra líder de Tomás Vicario (17 años), el bajo de Blas Marconi (17) y la batería de Galo Marconi (sólo 13 pirulos).
«Conozco a los hermanos Marconi desde 2022, de la Orquesta Folclórica Municipal», ilustra Nazareno, un «veterano» de 18 años de edad. Fue él quien propuso hacer, con los otros tres, la zapada donde se puso la semilla para que floreciera Zonorebel. «Debutamos sin tener nuestro nombre aún, en un recital que gustó mucho. Hacemos covers; tenemos mucha influencia de rock, blues, rock progresivo: Los Socios del Desierto, Pescado Rabioso, Pappo, la etapa rockera de Cerati, Beatles (bendita influencia parental). Y aunque los temas son de otros, aportamos muchos arreglos nuestros y hacemos medleys entre temas. En los conciertos transmitimos efusividad, energía, humor y, claro, rock».




