
La Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam) manifestó su firme rechazo a los incrementos de precios presentados por empresas proveedoras tras la eliminación del cepo cambiario, calificándolos de «sin fundamento».
En un comunicado oficial, la entidad señaló que la medida cambiaria «no implica una devaluación, sino una apertura positiva del mercado». Además, recordó que muchas compañías ya operaban con tipos de cambio alternativos, como el dólar MEP o Contado con Liqui, los cuales registraron, incluso, una baja tras la liberación.
Cadam hizo un llamado a la «responsabilidad» de los proveedores para evitar «distorsiones y especulaciones que generan incertidumbre y perjudican el comercio». Asimismo, cuestionó que el principal problema de la economía no es el tipo de cambio, sino la carga impositiva; especialmente, los impuestos distorsivos como los Ingresos Brutos y las tasas municipales, así como los «costos ocultos» que terminan impactando en los precios finales.
«Cuando un consumidor compra productos básicos, como una botella de vino o carne, está pagando una cadena de contribuciones obligatorias que se acumulan desde el productor hasta el minorista», explicó la cámara, denunciando que muchos de estos gravámenes se arrastran desde hace décadas.
La advertencia de Cadam llega en un contexto de alta sensibilidad inflacionaria, donde cualquier ajuste de precios podría – se considera – profundizar la tensión en el consumo y la competitividad de los comercios minoristas.