
Mateo Arévalo murió en la noche del pasado viernes tras ser apuñalado en Avenida San Lorenzo y Florida de esa ciudad. Cerca de la hora 22, y sin que oficialmente se conozca mucho más sobre el hecho, recibido la herida mortal, que habría sido propinada por un menor de 13 años de edad. Para pedir justicia, este viernes 18 de julio habrá una marcha desde la hora 14, partiendo desde el club Barrio Quinta (calle Crisantemos 201), donde Mateo jugó hasta no hace mucho, hasta el sitio donde tuvo lugar el crimen.
El chico asesinado tenía sólo 16 años. Personal del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES) acudió en su ayuda tras recibir el ataque y lo derivó al Hospital Eva Perón, de Granadero Baigorria, donde perdió la vida un par de horas después. «Era muy alegre, extrovertido», cuanta Eva Albornoz, alma mater del merendero Copa de Leche Sol y organizadora de la marcha. «Vivía dos casas de acá. Desde chiquito vino al merendero, que ya tiene 10 años», cuenta la mujer. «Siempre estaba dispuesto a ayudar; incluso, cuando me veía limpiar en la vereda me ofrecía su ayuda», enfatiza.
«La marcha será pacífica; no queremos causarle inconvenientes a nadie», anticipa Eva. «Es sólo para acompañar a la familia y para que se esclarezca el hecho y se haga justicia. Que pague el responsable, aunque tenga 13 años», añade.
¿Qué pasó?
Según un testigo, Mateo fue apuñalado en el abdomen por un joven que escapó de inmediato, junto a varios otros que lo acompañaban. Poco después. la policía localizó al citado menor de 13 años, cuyos rasgos y vestimenta coincidían con la versión del testigo y lo detuvo luego de que el mismo reconociera haber tomado parte en el hecho. La fiscal de Menores de Rosario, Mariana Caratozzolo, ordenó su alojamiento en el Centro de Admisión y Derivación, en la zona sur rosarina.
No obstante lo dicho, Eva tiene dudas: «Hay varias versiones: que está detenido; que está en la casa… Vive a una cuadra de acá y nada se sabe. La familia tiene que conocer qué está haciendo la Justicia».
En la convocatoria a la marcha se propone: «Seamos la voz de Mateo». Y sí. Que su voz perdure y resuene en la de todos los que lo quisieron y lo apreciaron. Al menos, eso.