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Miles de argentinos, afectados: ya son ley las restricciones a la ciudadanía italiana

La reforma que limita el acceso a la nacionalidad italiana y que fue promovida por la presidenta del Consejo de Ministros de ese país, Giorgia Meloni, es ley desde este martes, cuando fue aprobada por la Cámara de Diputados, en Roma.

Uno de los puntos principales es la limitación generacional: a partir de ahora, solo podrán obtener el pasaporte italiano los hijos o nietos mayores de edad de ciudadanos italianos que tengan o hayan tenido exclusivamente esa nacionalidad, cuando hasta ayer, también podían solicitarlo las personas con bisabuelos o tatarabuelos italianos.

Chau, ius sanguinis

Esa expresión latina es el nombre del criterio jurídico según el cual, una persona adquiere la nacionalidad de sus ascendientes por el simple hecho de su filiación, aunque el lugar de nacimiento sea otro país. Tal criterio se aplicaba, antes de la ley sancionada ayer, ilimitadamente. «Ahora, el límite es el abuelo. Y los menores de edad hijos o nietos de italianos tendrán tiempo hasta el 31 de mayo de 2026 para anotarse e iniciar el trámite», informó desde Italia Franco Tirelli, diputado por el Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior (MAIE) Sudamérica.

Quedan a salvo de la reciente traba quienes iniciaron su tramitación antes del 28 de marzo pasado. «Para ellos corre la legislación anterior», avisó Tirelli, «igual que para los matrimonios – pero no, para uniones civiles – que tengan un integrante con ciudadanía».

Para los hijos o nietos de una persona con ciudadanía italiana nacidos después del 28 de marzo pasado, hay un año de tiempo, desde la fecha de nacimiento, para empezar el trámíte.

¿Y ahora?

Se estima que en nuestro país, más de 20 millones de personas tienen algún grado de ascendencia italiana. La reforma limitará, entonces, el acceso a la ciudadanía para nuevas generaciones. «Veremos el impacto cuando los consulados empiecen a dar los turnos para la reconstrucción de ciudadanía de mayores de 18 años de edad. Pero se achicó mucho la posibilidad de obtenerla«, manifestó Tirelli.

Una posibilidad es tramitar la ciudadanía en la misma Italia, sin límite generacional. Se necesita fijar residencia en una comuna, con permiso de trabajo para extranjero y vivir dos años allá. Claro que se impone una pregunta sobre esto: ¿cuánta gente cuenta con la chance de viajar a Italia, radicarse y conseguir trabajo?

La última esperanza

El diputado italiano, que votó en contra de la sanción de la ley, aclaró que «queda la vía legal de impugnarla. Ayer terminó la primera etapa; la segunda será llegar a la Corte Constitucional italiana, que puede modificar leyes sancionadas por el Parlamento».

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