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El cuento de las «Promos»: Al menos 20 estafados por vendedora de IG que publica ropa falsa

 Un esquema de estafa masiva a través de redes sociales orquestado por una mujer identificada como A.E, de San Lorenzo, ha dejado a decenas de mujeres sin ahorros tras promociones falsas de ropa. Los pagos, transferidos a una cuenta vinculada a L.M (identificado como su novio), superan los $1.500.000 en un caso individual, según denuncias recopiladas por este medio. Hay entre 15 y 20 personas damnificadas.

Según denunciaron varias mujeres, la presunta estafadora operaba bajo una cuenta de Instagram dedicada a la venta de ropa, con promociones como «10 prendas por $20.000».

La operación era sencilla: la vendedora, cuya identidad es conocida por las víctimas pero que prefiere mantenerse en reserva hasta la imputación, publicaba «promos» de prendas en su perfil de Instagram . Los clientes, muchos de ellos revendedores atraídos por los precios, realizaban transferencias bancarias con la expectativa de recibir la mercadería desde Buenos Aires a los pocos días.

«Al principio cumplía. Yo misma le había comprado varias veces e incluso había ido a su casa. Por eso, cuando volví a comprarle, confié», relata una de las afectadas. Sin embargo, la confianza se quebró meses atrás. Tras recibir el dinero, la vendedora comenzó a presentar «excusa tras excusa» para justificar la falta de entrega.

La situación escaló cuando las víctimas, ante la falta de respuestas y productos, exigieron la devolución del dinero. Fue entonces cuando descubrieron que no estaban solas. «La semana pasada vi que la habían escrachado en Facebook. Ahora hicimos un grupo de WhatsApp y resulta que somos como 15 o 20 personas, o más, a las que estafó», explica otra integrante del grupo.

El Modus Operandi y la Evasión:

Las víctimas detallan que la presunta estafadora aprovechó especialmente las «promos para revender», donde las compras eran de mayor volumen y valor. «Hubo chicas que se dejaron como $200.000», aseguran. Tras la presión colectiva, la vendedora y su novio, según relatan, optaron por el silencio: «Sabemos dónde vive y dónde trabaja. La fueron a buscar a la casa y no salió ni ella ni el novio».

Mientras las víctimas se organizaron para denunciar el hecho ( algunas ya lo hicieron penalmente), revelaron que «realmente se llevó mucha plata» y la preocupación aumenta por un hecho alarmante: la cuenta de Instagram sigue activa y operativa.

«Lo grave es que sigue tomando ‘pedidos'», denuncian con indignación. Para mantener la fachada, la usuaria publica en sus historias lo que parecen ser comprobantes de compra, boletas e incluso fotografías de bolsas de consorcio que supuestamente contendrían pedidos listos para enviar desde el correo. «Es todo mentira», sentencian las afectadas, quienes alertan a la comunidad para evitar más perjuicios.

Las compradoras, en su mayoría clientas anteriores que confiaban en ella, realizaban transferencias directas a la cuenta de L.M.

Pero tras recibir los pagos, la vendedora incumplió sistemáticamente las fechas de entrega.

Las víctimas reportan un patrón reiterado: «Anunciaba una fecha, y al acercarse, inventaba retrasos y proponía nuevas fechas». Las pérdidas individuales oscilan entre $40.000 y $150.000, pero una víctima confirmó un perjuicio de más de $1.500.000.

Las afectadas iniciaron acciones colectivas tanto en la oficina de la Defensoría del Pueblo como en la sede de la Fiscalía.

En otro caso, que fue denunciado, dos mujeres pagaron $33.000 y $20.000 respectivamente por prendas que nunca recibieron, sumando $53.000 solo en este caso. Cuando reclamaron, la vendedora prometió enviar «la ropa o el dinero», pero incumplió sistemáticamente.

La investigación de las afectadas descubrió que las fotos de ropa publicadas por la mujer eran robadas de una página de Buenos Aires, cuyo dueño confirmó que «nunca vendió al por mayor a la acusada ni tuvo contacto con ella».

Pruebas contundentes

Las víctimas presentaron ante fiscalía: Comprobantes de transferencias a la cuenta de L.M, novio de la vendedora. Además de capturas de conversaciones donde la mujer solicita pagos a nombre de su pareja y el testimonio del dueño legítimo de las imágenes de productos

Acciones legales en curso

Una de las víctimas exigió en su denuncia: «Instar la acción penal y recuperar el dinero transferido». El caso ya está en manos de la fiscalía, que investiga los movimientos bancarios de L.M como prueba central para un posible delito de estafa agravada.

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