
Desde la escuelita hasta la U21, Puerto le hace lugar a cada niño y cada joven que se acercan a jugar al básquet
Al norte del arroyo San Lorenzo hay un club donde se postula que lo social, los valores y el respeto son mucho más importantes que si una pelota entra o no al aro. En Puerto San Martín se cree en lo integral, sin desdeñar el desarrollo deportivo y la competencia, aún en un mundo donde el individualismo y el deseo de ganar campean cada vez más.
Cada entrenador, cada «profe» de PSM, enarbola y sostiene con convicción esa premisa. Y en ese espacio de enseñanza, recreación y entrenamiento, hay una centena y media de jóvenes que encuentran la chance de potenciar su talento tanto como de ser contenidos y valorados por lo que son.
Hace poco más de 10 años, Puerto se sumó a la Asociación Rosarina de Básquetbol. En poco tiempo, ascendió a la división mayor y, con ese logro como acicate, se insertó en los torneos provinciales. Hoy, el enfoque ha cambiado un tanto, tal como lo describe Ignacio «Nacho» Fernández, el mismo que debutara hace más de 20 años en la primera de Banco de Santa Fe y que forma parte de la dotación de formadores del baloncesto puertense, mientras aún forma parte del plantel superior.
«En Puerto no está la cultura de padres o abuelos que jugaron al básquet. Los chicos se acercan porque descubren el deporte, se sienten cómodos en lo social y grupal y sus cuerpos se adaptan a la disciplina», explica. «Algunos probaron otras disciplinas y descubrieron en el básquet su lugar», agrega.
Uno de los valores agregados que tiene Puerto para el básquet es que a nadie se le cierra la puerta. «Han llegado chicos de hasta 17 años que nunca habían practicado. Todos son bienvenidos», destaca Fernández, que expresa su alegría por tener entre 140 y 150 jugadores repartidos en escuelita, U9, U11, U13, U15, U17 y U21. «A la hora de los partidos, tenemos que rotar porque contamos con casi dos equipos por categoría», ejemplifica.
El aporte de la Municipalidad
Una de las prédicas constantes del intendente Carlos De Grandis es la de la apuesta al deporte como un camino para mostrarle a la juventud, buscando formar y educar con el mismo. El básquet tiene su lugar dentro de las numerosas disciplinas regenteadas por la Municipalidad, lo que deriva en que practicarlas sea gratuito; esto es, no se paga cuota societaria ni por el deporte que se practica ni por usar el gimnasio. Para valorar y aprovechar.
Un punto superador para el básquet es que se practica en el Megaestadio municipal 4 de Junio, que cuenta con la más grande superficie cubierta por parquet del país y es un recinto estupendo para los deportes bajo techo.
A jugar
El número de estímulos – como llaman los entrenadores a los entrenamientos – es de no menos de cuatro por semana. Lunes, miércoles y viernes hay básquet, con algo de preparación física y de musculación, vertiente esta última que tiene su espacio exclusivo los martes.
La escuelita y las categorías U9, U11 y U13 son dirigidas por Raúl Peñaloza y Sebastián Rubulotta. U15, U17 y U21 están a cargo Gustavo Mañá, Sacha Montenegro, Tiago Osorio y el propio Ignacio Fernández. La división superior es dirigida por Guillermo Pío All, secundado por Mañá, quien se ocupa también de la preparación física y de las tareas de musculación.
«Les transmitimos una idea en común; fundamental para cuando saltan de categoría. Hay chicos que empiezan a entrenar en U15 a las 17:30 y son las 23:00 y siguen entrenando con la Primera, porque su talento y su pasión lo permiten», describe Ignacio el trabajo en común del cuerpo de formadores.
Los «profes» hacen hincapié en que sus dirigidos vean básquet, desde la primera división de Puerto hasta NBA, para seguir descubriendo dónde y cómo usar las herramientas que les dan. Y ¿qué hay sobre el crecimiento deportivo de los chicos? «Que jueguen hasta donde su nivel les permita. No tenemos como política reclutar menores para crecer en el nivel deportivo. Tratamos de formar a nuestros chicos», sostiene Nacho, y en ese mismo orden concluye: «Lo social es mucho más importante que si la pelota entra o no al aro. Fomación de personas, con respeto y valores, ante todo».