
Este jueves 27 habrá una nueva audiencia por el homicidio de Gustavo Gutiérrez, el camarógrafo y fotógrafo asesinado el 29 de diciembre de 2022 en Perú y Genaro Roldán, en San Lorenzo.
La defensa de los acusados apeló la prisión preventiva extraordinaria por el plazo de dos años, que en diciembre del año pasado se prorrogó por un año más desde el 4 de enero, debido a que vencía el plazo máximo por el cual los imputados podían estar detenidos.
El juez Carlos Gazza fue quien ordenó la prórroga extraordonaria de la medida cautelar, y solicitó a la Oficina de Gestión Judicial que ponga fecha de juicio de manera urgente.
«Entiendo que deberían estar presos hasta el juicio por la pena y porque el juez Gazza instó a que el juicio sea lo más rápido posible», señaló el dr. Daniel Machado, abogado de la querella, que representa al hijo de Gustavo.
Durante la audiencia preliminar al juicio, la defensa había solicitado la libertad de Belén Mimbrero y Diego Pérez por cumplirse los dos años de prisión preventiva, pero tras ser rechazado por el juez, nuevamente solicitará que ambos queden en libertad hasta el juicio oral.
«La defensa va por la absolución o por la carátula de homicidio en ocasión de robo que prevé una pena menor, a fin de evitar la condena a prisión perpetua, pero el juez Gazza entendió que debía aceptar la imputación por homicidio criminis causa, que es por lo que vamos a ir al juicio oral», expresó el dr. Machado.
La fiscalía acusó a Belén Mimbrero de contactar a Gutiérrez a través de Facebook a las 3:28 del 29 de diciembre de 2022 para reunirse sobre las 4:30 en la intersección de Genaro Roldán y Perú. Gutiérrez llegó al lugar en su Volkswagen Gol 1.6 gris.
La acusación sostiene que mientras Gutiérrez esperaba, «El Porteñito» Pérez lo abordó y, apuntándole con un arma de fuego calibre 22 largo, lo despojó de sus pertenencias. Presuntamente, el hombre disparó dos veces contra Gutiérrez, impactando en la clavícula y el lado derecho del cuello, causándole una hemorragia masiva que resultó en su muerte.
La fiscalía argumenta que el ataque tuvo como móvil el robo de las pertenencias de la víctima o «asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí y para terceros». Además se reveló que «El Porteñito» robó el teléfono celular Samsung y el auto de Gutiérrez, vehículo que fue hallado parcialmente quemado horas después en un camino vecinal en Pueblo Andino, aproximadamente a 15 kilómetros del lugar del crimen.
Ese 29 de diciembre “el Negro” había terminado de comer con unos amigos cuando recibió un mensaje de Facebook a las 3:28 AM de una mujer identificada como La Belu. La conversación comenzó con su pregunta: “¿Cuándo nos vemos?”, a lo que Gustavo respondió: “Si querés, ahora que estoy al pedo”.
Este no era su primer encuentro. Belu le proporcionó las coordenadas para que se encontraran en la intersección de Perú y Genaro Roldán, a sólo tres cuadras de su hogar.
Poco después, otro mensaje de Belu llegó mientras Gustavo esperaba en su vehículo: “Aguantame cinco minutos más que se me despertó la nena”, escribió, marcando el inicio de los trágicos acontecimientos que se desarrollarían a continuación.
El Negro fue atacado y recibió dos disparos por la espalda. A pesar de sus esfuerzos por conseguir ayuda, caminó unos 400 metros hasta encontrarse con un policía en un paso a nivel, donde le dijo: “No doy más; me dispararon” antes de colapsar. Trágicamente, falleció mientras se esperaba la llegada de una ambulancia.
En una de las audiencias se conoció una serie de mensajes de Facebook de Pérez hacia otra persona donde le decía “Estaba re empastillado. No era para ponerlo”, y le envió una captura de pantalla con la noticia del asesinato.
En otro chat le confesó a un individuo llamado Kevin que no había tenido la intención de matar a la víctima, pero admitió estar “muy empastillado” durante el incidente. Kevin ofreció ayuda al «Porteñito», sugiriéndole que se refugiara en algún lugar de la provincia de Buenos Aires para evitar problemas. Sin embargo, poco después, el «Porteñito» envió capturas de pantalla de la noticia del asesinato a otro contacto en Facebook, afirmando: “Me voy a entregar porque maté a uno hoy”.
Además, en un mensaje dirigido a otro amigo, Pérez expresó su preocupación por su familia: “Cuidá a mi vieja, que tengo a la yuta dando vueltas por mi casa”. Estas declaraciones sumaron tensión al caso, mientras las autoridades continúan su investigación y se centran en el procesamiento de los implicados en este trágico suceso.
Todo esto se ventilará en el juicio oral que aún no tiene fecha. La defensa busca una pena menor alegando, entre otras cosas, que nunca se encontró el arma con la que asesinaron a Gutiérrez.