
La Cámara de Apelación Penal de Rosario confirmó las condenas a 18 años de prisión para Gabriel Mario Godoy y 15 años para Milton Javier Bondi, ambos policías, por su participación en el homicidio agravado de Marcelo «Coto» Medrano, ocurrido el 10 de septiembre de 2020 en una estación de servicio YPF de Granadero Baigorria.
El 6 de mayo de 2024, el tribunal penal de primera instancia integrado por los jueces Patricia Bilotta, Valeria Pedrana y Nicolás Vico Gimena condenó a los policías Gabriel Godoy y Milton Bondi, que recibieron 18 años y 15 años de prisión, respectivamente. Ambos prestaban servicios en la Unidad Regional XVII de San Lorenzo.
El crimen que conmocionó a la zona norte de Rosario
El hecho ocurrió alrededor de las 23:15, cuando Medrano llegó a la estación junto a su pareja, Mailén Flores, y su hijo de un año. Según la investigación, un grupo de cuatro personas llegó en una camioneta Ford EcoSport blanca, y al menos tres de ellos bajaron para atacarlo. Flores declaró que reconoció a Godoy como el conductor del vehículo y a Bondi como uno de los que la amenazó con un arma mientras asesinaban a su pareja.
Medrano recibió 14 disparos, algunos por la espalda, y murió en el lugar. La camioneta utilizada en el crimen fue encontrada días después incendiada en una zona rural de Ricardone.
Los argumentos de la defensa y la respuesta de la Justicia
Las defensas de Godoy y Bondi apelaron la sentencia, cuestionando:
La credibilidad del testimonio de Mailén Flores: Alegaron que su declaración era contradictoria y que podía estar influenciada por un posible estrés postraumático. Sin embargo, el tribunal consideró su relato «creíble y verosímil», respaldado por otras pruebas, como cámaras de seguridad y testimonios.
La participación virtual de Bondi en el juicio: Al estar detenido, Bondi asistió al debate por videoconferencia, mientras que Godoy lo hizo en persona. Su defensa argumentó que esto violó su derecho a una defensa efectiva, pero la Cámara rechazó el planteo, señalando que la modalidad virtual no afectó su derecho a ser oído.
La supuesta coartada de Bondi: Él aseguró que al momento del crimen estaba de guardia en la Comisaría de Aldao, pero el tribunal consideró que el Libro de Guardias no era suficiente para probar su inocencia, ya que no reflejaba su presencia ininterrumpida.
La coartada de Godoy: Afirmó que estaba en un cumpleaños familiar, pero los registros de su teléfono mostraron que estuvo en zonas cercanas al crimen. Además, se comprobó que dejó de usar su celular al día siguiente del homicidio, algo que el tribunal interpretó como un intento de ocultar su participación.
El móvil: una disputa narco y venganza
El fallo destacó que el crimen tuvo un trasfondo de narcotráfico y disputas territoriales. Medrano tenía antecedentes por tenencia de drogas y lavado de activos, mientras que los hermanos Godoy (Gabriel y Daniel, alias «Dani») estaban vinculados a una organización narco.
Además, 40 días antes del homicidio, la casa de Gabriel Godoy había sido baleada, y él mismo admitió en el juicio que sospechaba de Medrano.
Las penas confirmadas
La Cámara consideró que las condenas impuestas en primera instancia eran proporcionales:
Godoy recibió 18 años por ser quien organizó el ataque, según la Justicia mientras Bondi fue condenado a 15 años por su participación directa en el crimen.
El tribunal también destacó que, al ser policías, su conducta fue aún más reprochable, ya que actuaron en contra de la ley que debían hacer cumplir.
La familia de Medrano celebró la confirmación de las condenas, mientras que los defensas de los condenados anunciaron que evaluarán llevar el caso a la Corte Suprema.
Godoy ya ha sido nombrado en otras causas judiciales. El caso de Paula Perassi es uno de los más trágicos y emblemáticos en la historia de Argentina, conmocionando a la sociedad desde su desaparición en 2011. La absolución del policía Godoy y otros agentes implicados ha generado controversia y ha dejado preguntas sin respuesta sobre la eficiencia de la justicia en estos casos.