
Lo expresó Daniel «Piri» Fernández esta mañana, mientras los trabajadores aguardan la reunión entre todas las partes en la Secretaría de Trabajo de la Nación
Trabajadores de Vicentín pasaron por el programa Realidad Aumentada (martes y jueves de 8.30 a 10.30 por Shock Contenidos y por FM 106.5) donde contaron la difícil realidad que atraviesan, con sólo el 50% de sus haberes abonados por la empresa, y con la incertidumbre de qué ocurrirá hoy a las 11.00 h en una reunión en la sede de la Secretaría de Trabajo de la Nación de la cual participarán Vicentín, Bunge, Viterra, ACA, Unión Agrícola, el Sindicato Aceitero y la Federación Aceitera.
Daniel «Piri» Fernández, miembro de la Comisión Directiva del SOEA, relató que la situación de Vicentín tiene dos aristas: «Una donde todos los trabajadores necesitamos ser escuchados por el poder político, por la Corte Suprema, por la Cámara de Rafaela que tiene el concurso,. Que de una vez por todas lo de Vicentín se empiece a esclarecer en lo que es, y judicialmente va por otro lado».
«Los trabajadores, lo único que estamos pidiendo es poder regresar al puesto de trabajo, que cada familia pueda tener su tranquilidad, que todos los meses tengamos la plata. Lo único que sabemos hacer es trabajar. Nos encontramos en una situación incómoda, y la otra arista fue que la marcha se desmadró. Vivimos un año difícil, y obviamente que la gente se descarga con los que hoy representan al gremio o con nosotros, que somos los delegados», explicó Fernández.
Cabe recordar que los trabajadores están con medidas de fuerza desde el pasado 11 de marzo, cuando Vicentin abonó sólo el 30% de los salarios. Desde entonces, los empleados se encuentran realizando un quite de colaboración frente a los portones de la fábrica. El pasado viernes la firma abonó otro 20% mientras se realizaba una marcha desde la planta de Ricardone hasta la Esquina de los Bancos.
«Hasta que no abonen el sueldo, no vamos a ingresar a trabajar», advirtió Fernández.
Por su parte, Horacio Guzmán, trabajador de la empresa expresó: » Este quilombo viene desde hace seis años, pero siempre cobrábamos. Yo los veo a los compañeros, y es difícil, porque tenemos un ritmo de vida que se va alterando».
La situación de Vicentín afecta a 4.500 trabajadores directos y más de 1.100 indirectos y más de 3 millones de pesos que circulan desde Baigorria hasta Timbúes: «La plata la invertimos en la localidad. He charlado con comerciantes que están preocupados y nos dicen: ‘Si hay otra marcha, vamos a marchar con ustedes, porque también estamos afectados’. Entonces lo que tenemos que entender es que más allá de Vicentín, estamos en una situación social en el cordón industrial que va a estallar: en los serenos de buques, en los compañeros del peaje; va a estallar en un montón de lados», agregó Fernández.