
Tomás Molina, Tomi, tiene 3 años de edad. Padece una encefalopatía crónica no evolutiva (parálisis cerebral) a causa de la falta del oxígeno que le provocó haber quedado atorado en el cuello del útero durante el trabajo de parto de su mamá, que luego derivó en una cesárea. Supimos de él desde hace un tiempo, cuando sus papás. Mauro Molina y Claudia Antonella Falcón, comenzaron la ímproba, ciclópea tarea, de intentar reunir fondos para poder viajar a Monterrey (México) y que su hijo mayor – también está Mauro, de 2 años – pueda acceder a un tratamiento de avanzada que le permita mejorar su calidad de vida.
En Monterrey, a donde Tomi arribará junto a los suyos el 17 de noviembre próximo, espera el Cytotron, un dispositivo no invasivo que utiliza resonancia magnética y ondas de radiofrecuencia para intentar regenerar tejidos y modular la actividad celular. El costo del viaje y la estadía están cubiertos merced a los buenos oficios del gobierno comunal timbuense, pero falta reunir dinero para cubrir el costo del tratamiento, que asciende a nada menos que 35 mil dólares, a lo que hay que añadir 1000 más en concepto de seguro para el chico. Además, habrá que tener con qué vivir durante los 32 días que durará el viaje.
Entonces, este viernes 10 de octubre, desde la hora 21 y en el Parque Urbano de Timbúes, habrá una jornada deportiva no competitiva que incluirá una caminata de 2,5 km, carreras de 5 km, 7,5 km y 10 km y mountain bike rural a lo largo de 15 km. Con una inscripción de $ 15000 por persona, también habrá hamburguesas y choripanes para quedarse a cenar.

«Tomi mejora a medida que crece»
Claudia suelta varias risas durante la charla telefónica con Cordón Plus. Está contenta. «Es que es increíble cómo Tomi mejora y va logrando cosas a medida que crece», justifica, como si fuera necesario. La alegría – o más bien, el alivio – obedece también a que la mayor parte de la tarea está cumplida: «Faltan 3 mil dólares para poder cubrir lo del tratamiento, que hay que depositarlo el 18 de este mes. Confío en que con lo del viernes y la venta de pollos con ensalada (a $ 17000) que haremos el mismo día 18, podremos obtener lo que nos falta», precisa la mamá.
La afección de Tomi le atacó su hemisferio derecho; por tanto, su movilidad y su habla. Pero, «maneja cada vez mejor su hemisferio izquierdo y dice ‘Papá’. Cuando lo escuchamos decirlo, nos morimos de amor». Como para no…
Un día en la vida
Tomi despierta y, sí o sí, desayuna «con muchas ganas, y si no lo hace, pasa el resto del día de mal humor», dice Claudia, riendo otra vez. «Ama estar en el agua; es como su lugar en el mundo. Chapotea, salpica, y hace sonidos con sus labios sobre el agua», describe. «Interactúa mucho con su hermano, que le alcanza los juguetes y aunque tiene dos años y casi no le da la altura, pasea a Tomi en su silla especial», continúa, y después asevera, con la infalible intuición de la que sólo son capaces las mamás: «La llegada de Mauro fue un estímulo increíble para Tomi. Y hoy lo sigue siendo, aunque Mauro lo pelea, a veces». Y vuelve a reír.
Pasaron los bingos, las rifas, los torneos de fútbol, las peñas, y más. Ahora es el turno de la jornada deportiva y de la venta de pollos. Y siempre, es Tomi. «Todos por Tomi». Como dice «El mendigo en el andén», preciosa canción de Charly García y David Lebón: «Si así fue, seguro, así será». Monterrey espera. Allá irán.



