La jueza Moira Fullana, ante una solicitud de medida cautelar efectuada por la CGT, dictó la suspensión provisoria de los artículos 2 y 3 del decreto 340/25 con el que el Gobierno intentó condicionar y recortar el derecho a huelga, previsto en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional y entendido como uno de los derechos laborales fundamentales.
«No es sino la Justicia Nacional del Trabajo la que debe entender en una contienda en la que resulta inobjetable el contenido de derecho social», dictaminó la magistrada, sustentando su decisión y dejando de lado el intento del gobierno nacional de mudar la causa al fuero administrativo, donde – sabe – cuenta con aval para que sus medidas encuentren el «sí».
Anoticiado del fallo, Mauricio Brizuela, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos (Soepu), reflexionó así acerca de lo el mismo que puede representar para la fuerza trabajadora: «Es un amparo que nos da posibilidades de discutir salarios y todo lo demás por lo que intentamos discutir. Limitar el derecho a huelga es un nuevo ataque a las organizaciones sindicales y a sus trabajadores«.
El decreto de Milei, quien intentó argumentar que el mismo implica «cuestiones políticas no justiciables», establecía nuevos parámetros de «esencialidad» para muchas actividades. «Obliga a casi todos los gremios a garantizar entre 50 y 75 por ciento de presencia mínima de trabajadores en sus puestos, con lo cual, cualquier paro pierde efecto», explicó Mauricio.
No obstante la decisión favorable de la jueza Fullana, Brizuela no perdió de vista el escenario general en el cual, las representaciones gremiales están obligadas a moverse: «También preocupa el ataque constante de este gobierno a las instituciones y a los trabajadores, algo que se sufre desde hace rato».
Por último, el sindicalista describió un panorama gris para el sector petroquímico: «La capacidad instalada está debajo del 50 por ciento de producción. Venimos del cierre de la planta de Dow y en la única planta productora de caucho y estireno (Pampa Energía; exPASA y exPetrobras), se trabaja a media carga, Todo ello es muy difícil de discutir con empresarios que dicen que el salario es alto medido en dólares, y peor aún, con una inflación que no se condice con la realidad que vivimos, cuando vamos al supermercado»
