
Este domingo, 1° de junio, probablemente cerca del mediodía argentino, la ricardonense por adopción Luna María Cinalli empezará la búsqueda de concretar su sueño, el que le confesó al diario La Nación de Buenos Aires el año pasado: «Ganar Roland Garros». En la cancha 10 del legendario «stade» parisino, Luna (23 en el ranking mundial juvenil) se medirá en primera ronda del torneo Junior con la israelí Mika Buchnik (N° 31).
El sanlorencino Dante Pagani , en tanto, velará armas hasta el día siguiente, lunes 2, día en que estará red de por medio, también por el Junior, con el estadounidense Maximus Dussault, en un partido de ranking parejo: Dante está en el lugar N° 43; su rival, en el 49. Su partido, como el de Luna, podrá verse por Star+.
Luna y Dante jugarán, desde este domingo, en uno de los cuatro torneos más importantes del mundo: Roland Garros, en París, el que históricamente fue el Grand Slam predilecto de los tenistas de nuestro país, porque se juega en polvo de ladrillo, donde todos los nuestros aprenden y aprendieron a jugar.
Dos del Cordón en la Meca del tenis sobre polvo de ladrillo
Ella vive en Ricardone y este año llegó a ser top 20: se ubicó en el lugar 19 del escalafón el 10 de marzo pasado. Él es de San Lorenzo y hace 15 días contó en vivo desde Santa Croce, Italia, a «Realidad aumentada» (martes y jueves por youtube.com/shockcontenidos) que es alumno – aunque cursa a cuentagotas – de 4° año del Santa Rosa de Viterbo, y su mejor ranking fue 39 hace 11 semanas. Los dos ganaron, el 9 de marzo, lo que antes se llamó el Sudamericano de hasta 18 años y que se celebró en Medellín, Colombia; un torneo de elite para los juniors por su nivel de competitividad y porque da 300 puntos para el ranking internacional.
Luna comenzó a practicar «en serio» en Casa Tenis Ricardone y ya en 2016, con sólo 8 años, se metió a competir en la categoría Sub 10. Con 14 años, 3 meses y 18 días fue la segunda argentina más joven en lograr un triunfo profesional ITF (Federación Internacional de tenis), sólo superada por Gabriela Sabatini, quien lo hizo a los 13 años. Fue número 1 nacional en Sub 14, campeona sudamericana por equipos y representante mundialista Sub 14 en República Checa. Y ahora jugará su quinto Grand Slam, nada menos.
Dante se paró por primera vez en una cancha, armado de raqueta, en Red Star, en la sede de Ricchieri y San Carlos, a los 6 años. En julio de 2022 participó en el Wimbledon U14, competencia reservada para sólo 16 juveniles clasificados de todo el mundo. Ahora está en París tras haber jugado en Italia (Santa Croce y Milán) y entrenado en Barcelona. Y como si no alcanzara con estar en el cuadro principal de París, el 7 de julio lo estará en el de Wimbledon, regresando así a «La Catedral del Tenis».
Tras los pasos de Gaby, Pato, Guille, el Negro, el Mago y Agustín
El torneo junior de Roland Garros fue ganado siete veces por mujeres y varones nacidos en esta tierra. La inigualable Sabatini lo hizo en 1984 (dando 4 años de ventaja, ya que tenía 14) y Patricia «Pato» Tarabini, en 1986. Entre los muchachos, Guillermo Pérez Roldán se consagró en el ’86 y el ’87; el Negro Mariano Zabaleta, en 1995; el Mago Guillermo Coria, en 1999, y Agustín Velotti, en 2010.
Luna Cinalli se medirá mañana con una rival, Buchnik, casi dos años mayor que ella y a la que nunca enfrentó. Tampoco Dante jugó nunca con Dussault, su adversario en el debut. Incertidumbres que son un condimento más para este inicio de camino por las canchas anaranjadas de París, donde se dice que los argentinos se sienten como en su casa.
«Siempre quise ser jugadora profesional de tenis y voy a darlo todo por cumplirlo. Mi sueño es ganar Roland Garros”, firma Luna. “Quiero seguir sumando experiencia, competir al máximo y si se gana, mejor, pero sobre todo, mantener una buena actitud en la cancha y aprender de cada torneo”, subraya Dante.
Luna y Dante son de acá: Viven en localidades separadas por menos de 80 cuadras. Son la esperanza del tenis juvenil argentino en Roland Garros con sólo 16 años. Dulces 16, como la canción de Billy Idol. ¿Cómo cantaba él? «Haría cualquier cosa por mis dulces 16».