
La visita duró media hora y explicó que si bien por su estado de salud no podía hacer el lavado de pies, quiso estar cerca de los detenidos y rezar junto a ellos
El Papa Francisco realizó una visita significativa a la prisión Regina Coeli en Roma, donde se reunió con unas 70 personas privadas de libertad, cumpliendo así con su compromiso de pasar el Jueves Santo entre los menos afortunados. La visita se produce en un momento delicado, ya que el Papa aún se recupera de un episodio de neumonía que amenazó su vida.
Durante casi media hora, Francisco compartió momentos con los reclusos, a quienes expresó su deseo de «hacer lo que Jesús hizo en el Jueves Santo». Aunque debido a su estado de salud no pudo llevar a cabo el ritual tradicional de lavar los pies de doce personas, como lo ha hecho en años anteriores, su presencia fue un fuerte gesto de apoyo y solidaridad.
El Papa, de 88 años, ha mantenido esta cita a pesar de las indicaciones médicas de evitar multitudes y esfuerzos físicos, lo que subraya la importancia que otorga a su ministerio en las prisiones. Esta dedicación es especialmente relevante en el contexto del Año Santo 2025, que comenzará y terminará con eventos papales enfocados en los reclusos.
La visita del Papa Francisco resalta su compromiso constante de servir a los más marginados en la sociedad, llevando un mensaje de esperanza y dignidad a quienes se encuentran en circunstancias difíciles.