
En la mañana de este jueves 11 de diciembre se firmó un convenio entre Prefectura Naval Argentina y la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) por el cual, esta última cedió en comodato a la autoridad nacional un alcoholímetro y un halómetro para realizar controles de alcoholemia ya no en las guarderías para embarcaciones, sino en el tránsito de las mismas sobre el río Paraná.
«Será un complemento de la tarea que empieza con los controles de alcoholemia que se realizan en las guarderías de embarcaciones; labor que está a cargo de la Municipalidad de Rosario», explicó Sebastián Kelman, director de la APSV. «Prefectura podrá, así, realizar el mismo trabajo sobre el agua: podrá patrullar, complementar y sumar más cantidad de herramientas de control», agregó.
Este acuerdo es la coronación del proyecto presentado al Concejo Deliberante de Rosario por Anahí Shibelbein, edila en la Cuna de la Bandera. «Los alcoholímetros están homologados por el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial», abundó Kelman, con lo que queda de manifiesto la garantía acerca de la procedencia y de la utilidad de los elementos citados.
«El halómetro sirve, sobre todo, para momentos y lugares en que hay muchos vehículos acuáticos, como una guardería», dijo Sebastián. Puede realizar hasta 100 mediciones y «no requiere uso de pipeta: uno sopla y este aparato, de forma rápida y ágil, indica si hay alcohol en sangre o no. A partir de ahí, se procede a la toma con alcoholímetro, que dirá cuál es la cantidad ingerida y en base a eso, se labrará o no una infracción», precisó el funcionario, antes de recordar que los topes de graduación alcohólica son «de 0,5 para lanchas y 0,2 para motos de agua».
Por ahora, sólo en aguas de Rosario
La zona de aguas navegables del Paraná en se harán los controles comprende «una disposición que resolverá Prefectura según el diseño de sus operativos, pero entiendo que la prioridad será la costa de Rosario«, estimó Sebastián.
¿También narcolemia?
«Luego de un siniestro importante entre lanchas hace un mes, en el Paraná, se presentó una propuesta para control de narcolemia. Hay que ver la posibilidad operativa porque la herramienta de control es más difícil de obtener aún que el alcoholímetro, pero toda herramienta que pueda incorporarse es buena. Hacemos un llamamiento a divertirnos pero también, a que haya un conductor de lancha responsable que nos traiga de regreso a tierra firme sanos y salvos, porque no podemos lamentar siniestros nunca, y menos, cuando vamos a pasarla bien», concluyó Kelman.



