
(Foto: gentileza Leandro González. Publicada con autorización de la señora madre de Sofía Rucci)
Con la pureza propia de su edad y la ansiedad lógica de la circunstancia, Sofía Rucci está en el Complejo Pedro Pompilio del club xeneize; la legendaria «Casa Amarilla» donde se entrenan sus divisiones menores. No está de visita, aunque bien valdría ello la pena, dado su amor por Boca y con La Bombonera a menos de mil metros del sitio. Sofía está probándose en las infantiles boquenses. O sea, acuñando un sueño cristalino, inmaculado, y viviendo, seguramente, una experiencia para no olvidar jamás.
Sofía juega en Tirando Paredes, la institución fundada en 2019 por Ana Paula Leguizamón (hoy presidenta y exfutbolista de River y Rosario Central, entre otros) y Leandro González, quienes están acompañando a la niña y a sus papás en Buenos Aires. Leandro, también director de Tirando Paredes dice de Sofía: «Juega en el mediocampo y es completa: aguerrida, también sabe con la pelota. En su categoría y aún con chicas más grandes, marca diferencias».
Esta chance se viabilizó a través de la Peña Boquense Ángel Clemente Rojas, de San Lorenzo, con la cual ana Leguizamón tiene relación estrecha. La instancia en sí, más el viaje en auto, la llegada a Casa Amarilla, la espera, contribuyeron a subir la ansiedad de la pequeña mediocampista con características que hicieron grandes a jugadores como Sebastián Battaglia y Leandro Paredes. Lógico, ¿no? Hasta que, acompañada por su papá, ingresó al predio para el momento de la prueba, este martes 14 de octubre, a eso de las 15 horas.
«Sí, estaba ansiosa y también contenta por esta oportunidad», refrendó amablemente Ana, mamá de Sofía. «Ella es muy sencilla y transparente y para ella, el fútbol es todo. Entrega todo en la cancha, disfruta; lo siente y lo vive a flor de piel. Ella se sentiría igual que ahora si la prueba hubiera sido en cualquier otra cancha, pero Boca es su mayor pasión; por eso, esta experiencia le llega a lo más profundo», completó, feliz.
Sofía Rucci sueña con jugar en Boca. Sueña con jugar al fútbol. Sueña, al fin y al cabo. Y eso es lo mejor de todo.
«Abriré el arcón
de todos los sueños, donde sé que hoy
podré descubrir toda esa magia
que está y que mañana vendrá…»
(Pastoral: «Mensaje mágico». 1982)
Tirando Paredes: la escuela, la asociación civil, el club, la formación… El fútbol
«Nacimos como una escuelita recreativa. Nos transformamos en asociación civil y hoy funcionamos como club, con comisión directiva y comisión de padres, que por suerte son muchos y tienen – al igual que los chicos – gran sentimiento de pertenencia», cuenta Leandro González.
La institución cuenta con nada menos que 400 jugadores, en masculino y femenino, y unos 20 integrantes de staff técnico. «Hay mucho trabajo pero también, mucha gente que participa activamente», se solaza González. «En femenino tenemos desde categoría 2006 hasta Primera y competimos en la Liga Sanlorencina. En masculino participamos en la Liga EFA (Escuelas de Fútbol Agrupadas), con sede en Rosario; aspiramos a tener Primera, pero por ahora tenemos hasta sexta división», completa.
El crecimiento del número de futbolistas obligó a alquilar dos predios más, linderos al de Urquiza 2398, donde el club se asentó desde su nacimiento. Y la experiencia de Sofía no es la primera: «Acompañamos a Enzo Quintana a probarse en River. También fuimos a otros clubes, como Belgrano, de Córdoba, y Rosario Central». Justamente en el Canalla juega y es capitán en la categoría 2015 de infantiles de AFA Simón Vázquez, surgido en Tirando Paredes.
«Nuestra meta es formar jugadoras y jugadores, dándoles todas las herramientas posibles para su mayor desarrollo. Y si esto sirve para que puedan encontrar oportunidades en otros clubes, bienvenido sea», resume Leandro.



