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Los sueños Canallas tienen un Ángel que los Guarda: ¡Di María vuelve a Central!

En la tarde de este jueves, la institución rosarina anunció que Ángel Fabián Di María regresará al club. Un sentido video difundido en la cuenta oficial de Instagram del club esparció la noticia más esperada por los centralistas en muchos años

«Nuestra historia juntos tiene más páginas por escribir», reza el único comentario que Rosario Central hizo de su propia publicación en la tarde de este jueves. La misma es un video sentido con el que el Canalla anuncia lo que, a no dudarlo, es el regreso más importante del fútbol argentino de muchísimos años a esta parte: el de Ángel Fabián Di María, el Fideo amado para siempre por todo futbolero argentino.

No pudo ser el año pasado, cuando los dimes y diretes, las idas y vueltas, las especulaciones, las afirmaciones y las negativas transformaron a la posible vuelta de Angelito a Rosario en una novela berreta en la cual medio mundo se creyó con derecho a escribir una página. Mal hecho. Por todos, mal hecho. Pero ese recuerdo agrio para el corazón de los centralistas perderá peso hasta esfumarse después de conocerse tamaño regalo que el autor de dos de los goles más gritados en la historia de nuestro fútbol (a Brasil en el Maracaná y a Francia en Qatar) les hace a ellos, claro, pero también, y ¿cómo no?, a todo el fútbol nuestro.

«A volar cada vez más alto. Y para volar, vamos a necesitar tus alas», le dice el club a Angelito en un momento del video. Debutó en Primera el 14 de diciembre de 2005, a los 26 minutos del segundo tiempo, cuando don Ángel Zof lo hizo entrar en reemplazo de Emiliano Vecchio en un partido contra Independiente en Avellaneda, en la vieja Doble Visera de Cemento. No jugó demasiados partidos: 39, con 6 goles, desde aquel día y hasta el 16 de julio de 2007, cuando en el antiguo Cementerio de los Elefantes, en Santa Fe, Central perdió con Colón 3-1. Él marcó el empate parcial, a los 38 de la primera.

«Bienvenido, Ángel. Te estábamos esperando». Esas son las últimas palabras que el locutor pronuncia en el video. Y sí. Quiere tanto Central a Angelito como él quiere a Central. Jugó nada más que 39 partidos pero siempre, siempre, proclamó su amor irredento por la camiseta azul y amarilla por la que se desvela media Rosario y más allá también. Y esa fidelidad, ese levantar la camiseta de tus amores por donde vayas, es algo que el hincha de ley no olvida y te reconocerá hasta el fin de los días.

Benfica de Portugal se lo llevó en 2007 y Benfica lo devuelve en 2025. 18 años haciéndose grande por todo el planeta (ganó 36 títulos, promedio de dos por año; una bestialidad), aunque con su amada Selección Nacional haya tenido que esperar para ganarse a todos hasta la inolvidable noche en que en Maracaná clavó un puñal letal en el corazón brasileño. Y subió al Cielo de los Eternos cuando corrió como si en ello le fuera la vida en una cancha qatarí para hacer El Mejor Gol de la Historia de los Mundiales y entonces ser, ¡por fin!, Campeón del Mundo.

Campeón del Mundo (también con la Juvenil), de América, olímpico, intercontinental. Obtuvo títulos de todos los colores. Los llenaron de distinciones aquí, allá y en todas partes. 37 años de vida y 20 como profesional. Un jugador hecho, en todos los sentidos. ¿Qué busca, entonces, este pibe que alcanzó la gloria eternal jugando al fútbol?

Ángel vuelve porque dijo que iba a volver. El corazón llama. Y él. que precisamente, dibuja un corazón cada vez que sale disparado a festejar con la boca llena de gol, sabe de qué se trata: de regresar a donde el corazón indica. Al lugar donde sus sueños, los de aquella infancia suya marcada rudamente al carbón, empezaron a ser realidad. Sueña Angelito y sueña Central. Y el fútbol argentino también celebra, qué tanto joder.

Y que sueñe el Flaco Di María, no más. Lo merece. De puro fiel que es.

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